miércoles, 16 de mayo de 2012

EL ROMANTICISMO (VIII): MÚSICA PROGRAMÁTICA

Frente a la música absoluta o pura, heredera de la compuesta en el siglo anterior, el Romanticismo introduce la llamada música programática, aquella basada en elementos extramusicales (una narración, un poema, un cuadro, etc.) y que, a menudo, va acompañada de un programa, un texto explicativo de lo que se va a escuchar. 

Aparece la sinfonía programática, obra en varios movimientos que llevan cada uno de ellos un título descriptivo, en vez de la clásica palabra italiana indicadora del tempo. La primera obra de este tipo es la Sinfonía Fantástica (1830) del compositor francés Héctor Berlioz (1803-1869), de la que puedes escuchar el 5º movimiento (Sueño de una noche de Sabbath):


El otro tipo de composición de corte programático es el poema sinfónico, obra orquestal en un solo movimiento, dividido en secciones más o menos contrastantes por el tempo, el carácter o por presentar variaciones sobre el tema inicial. Franz Liszt (1811-1886) es el principal compositor de poemas sinfónicos, basados en narraciones épicas, poemas o en obras teatrales. Escucha un fragmento de Orfeo (1854):


Otros compositores de poemas sinfónicos son los franceses Camille Saint-Saëns (1835-1921) con su Danza Macabra, op. 40 (1874), en el que un grupo de esqueletos bailan al son de un violín:




También Paul Dukas (1865-1935), con El aprendiz de brujo (1897):


A finales del siglo XIX, el alemán Richard Strauss compuso una serie de poemas sinfónicos como Las travesuras de Till Eulenspiegel, op. 28 (1895):


También es muy conocido Así habló Zaratustra, op. 30 (1896), utilizado como banda sonora de la película 2001, Una Odisea del Espacio (1968):


Otros compositores de poemas sinfónicos, de origen ruso, escandinavo o bohemio los veremos en una entrada posterior.



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